viernes, 26 de agosto de 2011
jueves, 25 de agosto de 2011
Ensayo
domingo, 21 de agosto de 2011
Memoria-De la Vega, R. y Zambrano

La memoria es la segunda gran función del cerebro e indudablemente ha de estar correlacionada con el desarrollo del cerebro. El estudio de esta capacidad intelectual no ha sido tan intenso como el de la inteligencia hasta el momento, quizás se deba a la complejidad y tipos de memoria existentes. Un ejemplo de dicha complejidad y variabilidad puede ser el lenguaje, ya que en el mismo interaccionan diferentes tipos de inteligencia, de memoria que se sustentan tanto en diferencias fisiológicas como funcionales del cerebro.
La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente), memoria a mediano plazo y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes).
El cerebro humano de un individuo adulto estándar contiene unos 100.000 millones de neuronas y unos 100 billones de interconexiones (sinapsis) entre éstas. Aunque a ciencia cierta nadie sabe la capacidad de memoria del cerebro, ya que no se dispone de ningún medio fiable para poder calcularla, las estimaciones varían entre 1 y 10 terabytes.
No existe un único lugar físico para la memoria en nuestro cerebro. La memoria está diseminada por distintas localizaciones especializadas. Mientras en algunas regiones del córtex temporal están almacenados los recuerdos de nuestra más tierna infancia, el significado de las palabras se guarda en la región central del hemisferio derecho y los datos de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Los lóbulos frontales se dedican a organizar la percepción y el pensamiento. Muchos de nuestros automatismos están almacenados en el cerebelo.

hemisferios-Dª. Trinidad Aparicio Pérez

QUE SON LOS HEMISFERIOS
El cerebro está constituido por dos mitades, la mitad derecha llamada hemisferio derecho y la mitad izquierda llamada hemisferio izquierdo.
Ambos hemisferios están conectados entre sí por una estructura denominada Cuerpo Calloso, formado por millones de fibras nerviosas que recorren todo el cerebro.
Cada hemisferio está especializado en funciones diferentes, de ahí que uno de los aspectos fundamentales en la organización del cerebro lo constituyan las diferencias funcionales que existen entre los dos hemisferios, ya que se ha descubierto que cada uno de ellos está especializado en conductas distintas.
Hemisferio derecho
La parte derecha está relacionada con la expresión no verbal.
Está demostrado que en él se ubican la percepción u orientación espacial, la conducta emocional (facultad para expresar y captar emociones), facultad para controlar los aspectos no verbales de la comunicación, intuición, reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías. El cerebro derecho piensa y recuerda en imágenes.
Diversos estudios han demostrado que las personas en las que su hemisferio dominante es el derecho estudian, piensan, recuerdan y aprenden en imágenes, como si se tratara de una película sin sonido. Estas personas son muy creativas y tienen muy desarrollada la imaginación.
Hemisferio izquierdo
El hemisferio izquierdo es el dominante en la mayoría de los individuos.
Parece ser que esta mitad es la más compleja, está relacionada con la parte verbal.
En el se encuentran dos estructuras que están muy relacionadas con la capacidad lingüística del hombre, el "Area de Broca" y "Area de Wernicke"(áreas especializadas en el lenguaje y exclusivas del ser humano).
El "Area de Wernicke" tiene como función específica la comprensión del lenguaje, ya que es el área receptiva del habla.
Si esta zona se daña se produce una dificultad para expresar y comprender el lenguaje.
Además de la función verbal, el hemisferio izquierdo tiene otras funciones como capacidad de análisis, capacidad de hacer razonamientos lógicos, abstracciones, resolver problemas numéricos, aprender información teórica, hacer deducciones...
funcionamiento del cerebo

El funcionamiento del cerebro se realiza en base a sus dos hemisferios: derecho e izquierdo, y la corteza cerebral que los recubre.
El hemisferio derecho recibe, elabora y expresa toda la información sensorial y espacial. Lo visual, lo no racional, la creatividad de cada persona. Es el hemisferio relacionado con el arte en todas sus manifestaciones. Del fenómeno, percibe su significante (su forma exterior).
El hemisferio izquierdo recibe, elabora y expresa toda la información conceptual. Es el hemisferio lógico, matemático analítico y verbal. Porque es racional, es el hemisferio critico, relacionado con la ciencia, en todas sus manifestaciones. Del fenómeno icónico, percibe su significado (su contenido conceptual).
Llamaremos macrouniverso todo lo exterior a una persona, lo que constituye el Universo en su totalidad. Llamaremos microuniverso todo lo interior de una persona, lo que constituye su interioridad.
El cerebro maneja la conexión entre el macro y el micro universo. Él es la gran fabrica donde se produce la personalidad de cada uno.
La primera función del cerebro (la percepción de las señales) se realiza por la vía de los sentimientos.
95.- ¿Cuál es la velocidad del pensamiento?

Depende de lo que entendamos por “pensamiento”.
Puede que queramos decir “imaginación”.
Si es eso lo que entendemos por “pensamiento”, entonces puede tener cualquier velocidad
hasta el infinito.
Para que la pregunta tenga algún significado científico es preciso definir “pensamiento” de
manera que su velocidad pueda realmente medirse por métodos físicos. A este respecto
recordemos que si podemos pensar es porque hay unos impulsos que pasan de célula
nerviosa a célula nerviosa. Cualquier acción que dependa del sistema nervioso depende de
esos impulsos. Al tocar un objeto caliente retiramos la mano, pero no lo podremos hacer
hasta que la sensación de calor pase de la mano al sistema nervioso central y luego otro
impulso nervioso pase del sistema nervioso central a los músculos.
El “pensamiento” inconsciente que implica todo esto,”noto algo caliente, y más me vale
quitar la mano porque si no me la quemaré”, no puede ser más rápido que el tiempo que
tarda el impulso nervioso en recorrer el trayecto de ida y vuelta. Por consiguiente, hemos de
entender que la “velocidad del pensamiento” es la: “velocidad del impulso nervioso”, porque
si no, no hay respuesta.
Allá por el año 1846, el gran fisiólogo alemán Johannes Müller decidió, en un rapto de
pesimismo, que la velocidad del impulso nervioso jamás podría medirse. Seis años más
tarde, en 1852, consiguió medirlo uno de sus mejores discípulos, Hermann von Helmholtz,
trabajando con un músculo todavía inervado. Helmholtz estimuló el nervio en diversos
puntos y midió el tiempo que tardaba el músculo en contraerse. Al estimular el nervio en un
punto más alejado del músculo, la contracción se retrasaba. A partir del tiempo de retardo
logró calcular el tiempo que había tardado el impulso nervioso en recorrer esa distancia
adicional.
La velocidad del impulso nervioso depende del grosor del nervio. Cuanto más grueso es el
nervio, mayor es la velocidad. La velocidad depende también de si el nervio está o no aislado
por una vaina de material graso. Los nervios aislados conducen más rápidamente los
impulsos nerviosos que los no aislados.
Los nervios de los mamíferos son los más eficaces de todo el reino animal: los de mejor
calidad conducen los impulsos nerviosos a una velocidad de 362 kilómetros por hora.
Esto quizá parezca decepcionante, porque al fin y al cabo la velocidad del pensamiento no es
mayor que la de los viejos aeroplanos de hélice. Pero pensemos que un impulso nervioso
puede ir desde cualquier punto del cuerpo humano hasta cualquier otro y volver en menos
de 1/25 de segundo (omitiendo los retrasos debidos al procesamiento en el sistema nervioso
central).